La Cuenca Matanza Riachuelo es una postal emblemática del desarrollo industrial de la Argentina, pero también un símbolo de sus consecuencias sobre el ambiente. Un fallo de la Corte Suprema de 2008 en la Causa Mendoza obligó al Estado a avanzar en el saneamiento del río y sus afluentes, ya que los 64 kilómetros de su extensión y su cuenca, de más de 2.000 kilómetros cuadrados, se convirtieron en la región más contaminada del país.
Catorce años después, Télam registró en una recorrida por el Riachuelo que desaparecieron los autos y los barcos hundidos, las riberas tienen basura solo en las zonas donde hay asentamientos -a la altura del barrio de Barracas, en la zona del Barrio 21 24-, no se ven camalotes ni basura flotando y sí variedades de aves, y los vecinos comienzan a sentir como propios los espacios de juegos infantiles y del Camino de Sirga, que permite caminar o andar en bicicleta, junto al curso de agua.