“No voy a ser mascota del poder”: Cristina Fernández ratifica que no será candidata a presidenta

La vicepresidenta de Argentina volvió a cuestionar a la Justicia por la “proscripción” del peronismo y dijo que busca “privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal”.

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ratificó este martes que no será candidata en las próximas elecciones previstas para octubre. Además, reiteró que “la proscripción” judicial que viene denunciando desde su polémica condena no es contra su persona, sino contra el peronismo.

“Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal”, manifestó la exmandataria en un comunicado difundido a través de sus redes sociales.

En su mensaje, la vicepresidenta cuestionó duramente a la Justicia por la reciente suspensión de las elecciones en las provincias de Tucumán y San Juan, donde el peronismo era favorito.

Fernández de Kirchner remarcó que la decisión del máximo tribunal, por el que se ha pedido un juicio político, fue adoptada “a tan sólo 72 horas del comienzo de la veda electoral y con un claro objetivo político: perjudicar al peronismo y tapar sus propios delitos“.

“No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome de cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”, sostuvo.

También hubo críticas hacia el Fondo Monetario Internacional (FMI), al considerar que el organismo “interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control” en el país.

La líder peronista le habló a la militancia en el momento en que se desarrollaba un congreso del Partido Justicialista (PJ) en el estadio de Ferrocarril Oeste, en la ciudad de Buenos Aires, en el que la dirigencia volvió a reclamar por su candidatura.

La vicepresidenta de Argentina no había respondido tampoco al ‘operativo clamor’ que dirigentes y militantes del kirchnerismo, encolumnado en el Frente de Todos (FdT), organizaron para convencerla de que encabezara las listas del peronismo de cara a las elecciones.

Incluso, en un acto del 27 de abril, ante el pedido del público que cantaba “Cristina presidenta”, exclamó: “Presidenta, no. Ya di todo lo que tenía que dar. Acá no es casualidad que la única dirigente que fue condenada, proscripta, e intentada asesinar, es una sola”.

Decisión anticipada

En varios de sus discursos previos, la presidenta del Senado argentino había dejado claro que no se postularía nuevamente para ningún cargo, dado que pesa sobre ella una condena a prisión por un caso de corrupción, la llamada causa ‘Vialidad’. Según dijo en diciembre pasado, no quería “someter a la fuerza política” que la consagró dos veces presidenta (2007-2011 y 2011-2015) a llevar una candidata condenada por “administración fraudulenta”.

Al mismo tiempo, denunció que fue “proscripta” por la mafia del “Partido Judicial”, como llama Fernández de Kirchner al presunto entramado entre jueces y fiscales de la nación con la oposición de Juntos por el Cambio (JxC), la alianza de derecha que llevó a Mauricio Macri a la presidencia en 2015.

“Desde el 2016 el Partido Judicial funciona como una ‘Task Force’ (fuerza especial, en inglés) de Juntos por el Cambio y los grupos económicos concentrados para producir la eliminación de sus adversarios políticos”, amplió la vicepresidenta en su reciente comunicado. Y pidió “salir de este laberinto y romper la trampa”.

“Nos provocan desde esta fachada de justicia y democracia mutilada y pretenden que caigamos en el terreno que ellos quieren: la violencia y la intolerancia”, señaló.

En ese sentido, y  haciendo referencia al atentado que sufrió en septiembre del año pasado, la referente del kirchnerismo sostuvo que ese y otro tipo de ataques a la fuerza política en general “eran fogoneados y financiados por la oposición”.

Crítica de la gestión actual

A pesar de integrar el Poder Ejecutivo, y de haber elegido a Alberto Fernández para que fuera candidato a presidente en 2019, la viuda de Néstor Kirchner ha sido duramente crítica con la gestión del actual mandatario. Ya en 2020, señaló públicamente que en el Gobierno había “funcionarios que no funcionan”. Y le recordó al jefe de Estado que era él quien tenía “la lapicera” con la que se toman decisiones.

Además, ha expresado varias veces su disconformidad con el programa de refinanciamiento de la deuda con el FMI, al que calificó como “inflacionario” para Argentina.

También apuntó contra el organismo, en plenas negociaciones de reestructuración del acuerdo, por haber dado un “préstamo político” para que el expresidente Macri ganara las elecciones en 2019. Y dijo que es “descabellado” pretender cobrar una deuda de 44.000 millones de dólares en cinco años.

Fernández de Kirchner, de 70 años, confirmó así que no competirá por el oficialista FdT en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto, en las que se definirán los postulantes de cada fuerza política de cara a las generales del 22 de octubre.