Rescatan a 4 argentinos en Brasil que estaban en una situación “similar a la esclavitud”

En el último país de América en abolir la esclavitud (1888), las autoridades rescatan cada año a miles de trabajadores explotados en condiciones extremadamente degradantes.

Las autoridades brasileñas rescataron a cuatro argentinos, entre ellos un adolesente de 14 años, que trabajaban en condiciones “similares a la esclavitud” en una empresa maderera en el sur del país.

Los hombres, que ingresaron ilegalmente a Brasil, trabajaban cortando leña de eucalipto en una propiedad rural en Nova Petrópolis, en el estado de Río Grande del Sur (fronterizo con Uruguay y Argentina).

Las autoridades “encontraron a los trabajadores, acampados en la selva, en condiciones insalubres, sin agua potable, sin baños y sin energía eléctrica, en condiciones insalubres y completamente desatendidos”, explicó la Policía Federal (PF) en un comunicado divulgado el domingo.

Según la versión de las víctimas de trabajo forzado, sus empleadores dijeron que les pagarían al final del servicio, pero jamás recibieron un salario, solo les daban una cantidad para alimentación. Después les abandonaron y dos de ellos salieron a pedir auxilio.

“Era una situación muy mala porque en realidad no tenían alojamiento, estaban acampados. Era una carpa de lona, ​​sin agua potable, sin baño, sin cocina. Cocinaban en una plancha encima de unas rocas. Condiciones mínimas, nada adecuadas. Esta condición degradante de trabajo estaba completamente caracterizada por el propio lugar donde vivían mientras trabajaban”, declaró a la prensa local un gerente del Ministerio de Trabajo y Empleo, Vanius Corte.

La reciente esclavitud en Brasil

No es ni mucho menos un caso aislado en Brasil, el último país de América en abolir la esclavitud (1888), donde cada año las autoridades rescatan a miles de trabajadores explotados en condiciones extremadamente degradantes.

Solo en 2022, fueron liberadas de condiciones análogas a la esclavitud 2.575 personas, la mayoría de la comunidad negra.

El último gran caso mediático fue a finales de febrero, cuando 207 personas fueron rescatas de condiciones de esclavitud en Bento Gonçalves, en el estado de Río Grande del Sur, durante la vendimia.

No es que fuera una excepción, pero afectó al pujante sector vinícola brasileño: las autoridades destaparon que los trabajadores, sometidos a descargas eléctricas, porrazos y gas pimienta, estaban contratados por una empresa que cedía su mano de obra a tres de las mayores bodegas de Brasil, Salton, Aurora y Garibaldi.