El presidente de Argentina aseguró que, junto a Brasil, pueden convertirse en proveedores de alimentos y energía.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, habló este viernes sobre la necesidad de “abroquelar” a América Latina y mantener el “multilateralismo” que su gobierno propicia.
Durante un acto oficial, el mandatario contó que le sugirió esa idea a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a fin de adaptarse a un mundo que “ha cambiado diametralmente”, sobre todo después de la pandemia del covid-19.
Según el presidente argentino, la globalización, tal como la conocíamos, ya no existe. Lo que hay es “un nuevo fenómeno en el cual las naciones y las regiones empiezan a fortalecerse”.
“No es que la globalización haya desaparecido, lo que empieza a asomar es la regionalización del mundo. Entonces, la Unión Europea, la Unión Africana, Asia, se abroquelan”, dijo.
“Ayer (jueves) hablaba con Lula sobre la necesidad de abroquelarnos en América Latina”, afirmó.
Asimismo, Fernández remarcó: “El futuro que se viene le da a esta región grandes oportunidades de desarrollo, básicamente por lo que el mundo va a demandar: alimentos y energía. De eso tenemos y podemos ser grandes proveedores”.
En este sentido, el mandatario argentino destacó la necesidad de dejar de exportar bienes primarios y volcarse a la producción de bienes industrializados.
Lejos de la pugna
“Aquella idea de la gran aldea de la hermandad no existe más. Necesitamos hacer de Latinoamérica una región que enfrente el desafío de esta nueva globalidad”, afirmó Alberto Fernández.
El presidente remarcó que en este escenario “hay nuevos actores geopolíticos en pugna”, y recomendó estar “lo más lejos posible” de esa disputa, manteniendo “la multilateralidad”.
Por otra parte, el dirigente peronista se refirió al desafío que impone para el desarrollo la crisis climática, ya que no permite avizorar claramente lo que va a pasar, por lo que “los cálculos fallan”.
“Parecía que esa crisis a nosotros no nos iba a tocar. No esperábamos tener la sequía más grande de los últimos 100 años”, aseguró. Y añadió: “Si queremos construir una economía pujante, capaz de producir alimentos para el mundo, capaz de potenciar la producción del litio, de llevar el gas de Vaca Muerta como energía para este momento (de transición), si somos capaces de sacar el cobre que está en la cordillera, si somos capaces que nuestra Patagonia construya el hidrógeno verde, entonces el futuro es nuestro”.