Lanzan dos satélites de la NASA para monitorear tormentas tropicales “a medida que se forman”

El lanzamiento corrió a cargo de la empresa aeroespacial Rocket Lab y se efectuó este lunes desde Nueva Zelanda.

Rocket Lab ha puesto en órbita con éxito dos satélites TROPICS CubeSats, de la NASA, para monitorear el desarrollo de tormentas tropicales, según se aprecia en un vídeo compartido en el canal de YouTube de la empresa estadounidense aeroespacial.

“¡Misión cumplida!”, celebró este lunes la compañía el lanzamiento, que se efectuó desde Nueva Zelanda, mediante un mensaje publicado cuenta de Twitter. “Esta constelación tiene como objetivo mejorar el pronóstico de tormentas tropicales devastadoras y salvar vidas. Estamos inmensamente orgullosos de contribuir a hacer esto posible”, añade.

Según el portal SpaceNews, está previsto que la empresa con sede en Los Ángeles ponga en órbita un par de satélites más de ese tipo dentro de dos semanas. Estos aparatos, equipados con un radiómetro de microondas, permitirán obtener actualizaciones cada hora que podrán ayudar a controlar la formación de huracanes y otros sistemas meteorológicos tropicales.

“Conseguiremos datos que nunca antes habíamos tenido, que es esta capacidad de mirar en la región de longitud de onda de microondas en las tormentas con cadencia horaria para observar la tormenta a medida que se forma e intensifica”, explicó William Blackwell, investigador principal de TROPICS en el Laboratorio Lincoln del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Asimismo, señaló que la NASA espera mejorar su comprensión de los procesos básicos que impulsan las tormentas y, en última instancia, mejorar su capacidad para pronosticar la trayectoria y la intensidad de las mismas.

Si el segundo lanzamiento también se completa con éxito, la NASA espera tener el sistema satelital en funcionamiento para el comienzo de la temporada de huracanes en el Atlántico, a partir del próximo 1 de junio.

TROPICS fue originalmente una constelación de seis satélites. Los primeros dos se lanzaron en junio de 2022, pero no pudieron alcanzar la órbita cuando la etapa superior del cohete en el que iban se quedó sin combustible de queroseno y se apagó de forma prematura.